21/1/09

españa y los reyes catolicos

1. La organización del Estado bajo los Reyes Católicos: Instituciones de gobierno.

Los Reyes Católicos establecieron las bases del Estado Moderno y de la monarquía autoritaria. Las instituciones de gobierno eran: 1. Los Consejos, organismos especializados que asesoraban al rey: el de Estado, el de Castilla o Real, el de Aragón, el de Indias, el de la Inquisición etc. 2. Los secretarios, letrados de confianza de los reyes. 3. Los Virreyes, representantes del soberano en un territorio en que no estaba presente. 4. Las Cortes, poco convocadas, juraban a los herederos al trono y concedían subsidios extraordinarios. 5. Los corregidores, delegados de los reyes en las ciudades castellanas para su control. 6. Las chancillerías o audiencias para la administración de justicia.
Para reprimir la herejía y salvaguardar la ortodoxia cristiana establecieron la Inquisición o tribunal del Santo Oficio (1478), que vigilaba a los judíos conversos. Sometieron a la nobleza pero consolidaron su poder económico y social con el mayorazgo (1505) Para acabar con el bandidaje en el campo crearon la Santa Hermandad (1476). Controlaron a la Iglesia con el Patronato Regio

2. La España del siglo XVI: La unidad ibérica.

Felipe II pretendía consolidar la supremacía del Imperio hispánico, de ahí la necesidad de incorporar a Portugal. Tras la muerte sin descendencia del rey de Portugal, reclamó el trono por ser hijo de Isabel de Portugal y nieto de Manuel el Afortunado. La nobleza y el alto clero se inclinaron por Felipe y el bajo clero y las clases populares por don Antonio, otro candidato. Las tropas dirigidas por el duque de Alba invadieron el país en 1580. Felipe II fue reconocido rey de Portugal en las Cortes de Thomar de 1581. Así se conseguía la unidad peninsular, fruto de la política matrimonial de los RRCC. Felipe II se convertía en el monarca del más extenso imperio que ha existido jamás; de ahí la frase de que en sus tierras no se ponía el Sol. Felipe permaneció en Portugal dos años, manteniendo la independencia de las instituciones portuguesas. La nobleza y los intelectuales portugueses estaban a gusto pero las clases populares mantuvieron la esperanza de que el rey D. Sebastián volviese (el sebastianismo)
Patronato Regio: con el patronato Regio, los reyes proponían las personas para los altos cargos eclesiásticos
Rey de Portugal: en 1578 desapareció en la batalla de Alcazarquivir (Marruecos) el joven e idealista rey de Portugal Don Sebastián (hijo de Juana, hermana de Felipe II), que había emprendido una cruzada contra los musulmanes. Le sucedió su tío, el cardenal don Enrique, que murió en 1580. Dos nietos de Manuel el Afortunado aspiraban al trono portugués: Felipe II y don Antonio, prior de Crato (que era nieto bastardo).

3. La España de los Austrias menores: La política exterior. El ocaso de la hegemonía de los Habsburgo.

El siglo XVII, en que reinaron los Austrias Menores, fue un siglo de decadencia en España, tanto política como económica, inseparable de la crisis general europea.
Felipe III (1598-1621) llevó a cabo una política exterior pacifista firmando la paz con Inglaterra y la tregua de los Doce Años con Holanda en 1609. Felipe IV (1621-1655) y su valido el Conde-Duque de Olivares, intervinieron en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) en ayuda de los Habsburgo del imperio austriaco, defendiendo el catolicismo contra los protestantes alemanes y holandeses y Francia, que los ayudaba pese a ser católica. Tras los éxitos iniciales de Breda y Nordlingen (1634), los ejércitos españoles fueron derrotados en mar (Las Dunas, 1639) y en tierra (Rocroi, 1643). La Paz de Westfalia (1648) reconoció la independencia de Holanda y la pérdida de la hegemonía de los Austrias. La guerra con Francia acabó en la Paz de los Pirineos (1659) que supuso la cesión a Francia del Rosellón y la Cerdaña, la región de Artois y otras plazas. Carlos II (1665-1700) débil y enfermizo, sufrió una serie de derrotas frente a la Francia de Luis XIV, que se anexionó plazas fronterizas en los Países Bajos y el Franco Condado. Al morir sin descendencia dejó el trono a Felipe de Anjou, con lo que tras la guerra de Sucesión, se instalaron los Borbones en España.

4. El cambio dinástico del siglo XVIII: las reformas internas.

Felipe V, primer monarca Borbón en España, promulgó los Decretos de Nueva Planta que derogaban los fueros e instituciones tradicionales de los reinos de la Corona de Aragón (Valencia y Aragón en 1707, Mallorca en 1715 y el principado de Cataluña en 1716) como castigo por haber apoyado al candidato austriaco en la Guerra de Sucesión. Así se impuso una estructura político-administrativa uniforme y centralista en todo el territorio, basada en el modelo de Castilla, lo que favorecía el absolutismo monárquico; excepto en Navarra y el País Vasco, que mantuvieron sus fueros.

La máxima autoridad política y militar en cada reino era un Capitán General, al frente de la Audiencia; un intendente promovía la hacienda pública y la economía. La administración central también fue reorganizada; los Consejos, a excepción del de Castilla, fueron sustituidos por Secretarías, a cuyo frente estaban los Secretarios de Despacho, precedentes de los actuales ministros, nombrados por el rey. Los más importantes eran Estado, Justicia, Marina, Guerra, Indias y Hacienda. Las Cortes de Castilla serán únicas para toda la monarquía- al suprimirse las de la Corona de Aragón- pero perdieron poder. Felipe V creó en los reinos de la Corona de Aragón un impuesto nuevo - catastro en Cataluña, equivalente en Valencia, contribución única en Aragón, y talla en Mallorca-.

descubrimiento de America

El descubrimiento de América en 1492 por Cristóbal Colón fue uno de los hechos más importantes de la historia europea y condicionó la evolución política, social y económica de los siglos siguientes.

Es posible que durante la Edad Media llegasen algunas expediciones nórdicas a la costa de Norteamérica, pero, ya desde comienzos del siglo XV, portugueses y castellanos habían iniciado un intento de llegar a Oriente (las Indias), proveedor de especias y de productos de gran valor, mediante un camino alternativo a las rutas tradicionales del Mediterráneo oriental.
Las crecientes dificultades del Imperio Bizantino, que finalmente caería con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453, forzaron a los europeos occidentales a buscar rutas alternativas a Asia.Fruto de estas expediciones fue la conquista castellana de las islas Canarias, que comenzó en 1402 por la isla de Lanzarote y concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife.A finales del siglo XV parecía claro que los portugueses se habían adelantado a los castellanos en la conquista de la ruta de las especias y de los metales preciosos, gracias al dominio que ya ejercían sobre la costa occidental africana. En este momento, Cristóbal Colón, que había estado a las órdenes del rey de Portugal, ofreció a los Reyes Católicos el proyecto de llegar a las Indias siguiendo una ruta hacia el oeste en lugar de bordeando todo el continente africano. Para poner en práctica su proyecto, Colón partía de la idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión controvertida en la época. Finalmente, por las Capitulaciones de Santa Fe, los Reyes Católicos acordaron con Colón el inicio de la expedición.El 3 de agosto de 1492 Colón inició su viaje saliendo del puerto de Palos de la Frontera en Huelva. La expedición de tres naves llegó a una pequeña isla de las Antillas el 12 de octubre.

Durante mucho tiempo Colón siguió creyendo que había llegado a Asia por la ruta occidental, pero en realidad se había encontrado con la existencia de un continente desconocido en Europa: América. La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de Tordesillas (1494). Un meridiano situado a 370 leguas de Cabo Verde separó las dos zonas de influencia: la occidental para Castilla y la oriental para Portugal. De esta manera la costa africana y el actual Brasil quedaron en manos portuguesas, y el resto de América en manos castellanas.